El Árbol de Peter Pan es una ludoteca que surge a partir de un inspirador sueño: crear un espacio nuevo y diferente, diseñado especialmente para que los niños y niñas se sientan únicos y especiales.
En este encantador centro, la convivencia se promueve en armonía, con respeto e ilusión, brindando a los pequeños un ambiente donde se sientan valorados y queridos. El principal objetivo de El Árbol de Peter Pan es asegurarse de que cada niño y niña encuentre todo lo que necesitan en cada momento, y qué mejor manera de lograrlo que a través del juego, la experimentación y el aprendizaje basado en sus sentidos y emociones.
En este Centro, los niños y niñas tienen la oportunidad de descubrir la magia de ser niño/a, llevándola consigo a casa para hacer de cada día algo único, y anhelando regresar al día siguiente en busca de nuevas experiencias.
El Árbol de Peter Pan se considera un Espacio de Apoyo Familiar, ofreciendo una variedad de actividades dirigidas a niños y niñas de 4 meses a 12 años de edad. Se respeta el ritmo, los intereses y las necesidades individuales de cada niño, brindándoles libertad para experimentar y explorar, lo cual facilita un aprendizaje significativo y continuo a través del juego. Inspirados en la filosofía Montessori, han creado un entorno en el que los niños y niñas interactúan en un ambiente que fomenta su autonomía, independencia, iniciativa y capacidad de elección, con el objetivo de que ellos mismos se conviertan en sus propios maestros.
Dentro del concepto de Espacio de Apoyo Familiar, El Árbol de Peter Pan se convierte en un recurso invaluable para las familias que enfrentan dificultades en la conciliación. Proporciona actividades que garantizan el derecho del niño/a al juego, colaborando así en su desarrollo integral.
El método Montessori, en el que se basa este centro, es una pedagogía alternativa desarrollada por la doctora María Montessori después de 50 años de observación del comportamiento de los niños en el aula. En un entorno Montessori, se encuentran niños de diferentes edades, de 1 a 3 años, y según este método, los niños avanzan a su propio ritmo de aprendizaje, con la ventaja adicional de que los más pequeños imitan y aprenden de los mayores, mientras que los mayores brindan ayuda y apoyo a los más pequeños.